Sol Garcia | THE RIDER
Gina Vásquez, una estudiante de literatura de último año, dijo que se siente optimista acerca de la idea de tener más clases presenciales para el semestre de otoño.
“Me siento muy positiva sobre eso, ya que todos se están vacunando y estamos saliendo adelante,” Vásquez dijo. “Creo que será un buen y corto comienzo”.
Comoquiera, ella se preocupa de cómo será el regresar al campus.
“¿Cómo se sentirá?”, la estudiante de último año preguntó. “¿Cómo se verá el campus? ¿No se sentirá como antes, o sea las cosas tradicionales, como cuando podíamos simplemente entrar a las oficinas de nuestros profesores?”
Para muchas personas, eso y otras preocupaciones, como contagiarse del COVID-19, pueden afectar el querer regresar a las clases presenciales, dijo Carmen Villegas, una terapeuta clínica del Centro de Asesoramiento de UTRGV.
“En este último año, ha habido cierto incremento del miedo de que haya una posibilidad de contagiarse o contagiar a familiares y eso contribuye al tal vez no querer regresar a [clases] presenciales”, Villegas dijo.
Esos miedos y ansiedades pueden también impactar el proceso de aprendizaje de una persona, ella dijo.
“No estás totalmente concentrado en tus deberes porque tu mente se distrae con ese factor estresante, el factor estresante del COVID”, Villegas dijo.
La terapeuta dijo que uno de los primeros pasos para prepararse mentalmente para reintegrarse es reconocer y aceptar que no será como era antes del COVID.
“Tenemos que estar abiertos a la flexibilidad”, Villegas dijo. “Tenemos que aceptar el cambio porque mientras progresamos durante estos años siguientes, las cosas serán diferentes, y tenemos que ser capaces de adaptarnos”.
Reconocer algunos sentimientos negativos también es crucial, Villegas dijo.
“Una de las cosas más importantes es reconocer que con la incertidumbre llegan la ansiedad y el nerviosismo”, ella dijo. “Reconozcan que así es como se sienten y no traten de reprimir esos sentimientos”.
Si se trata de un problema de salud, las personas deberían de continuar usando cualquier medida de seguridad con las que se sientan seguras, Villegas dijo.
“[Tomen] enfoques proactivos para poder sentirse seguros, [como] practicar esos protocolos que tal vez estaban en marcha, como seguir usando cubrebocas o llevando consigo Germ-X o lo que sea que ayude a esa persona a sentirse segura”, ella dijo.
Villegas dijo que estrategias de presencia mental (mindfulness), como el “estar presente, dejando ir todo lo que no podamos controlar, siendo amables y compasivos con nosotros mismos” también puede ayudar durante este tiempo de incertidumbre.
Otras estrategias de afrontamiento incluyen diálogo interno y reconfortarse a uno mismo, lo cual reconoce los pensamientos negativos y los contrarresta con afirmaciones positivas, ella dijo.
Algunas frases para reconfortarse son, “Vamos a superar esto”, “sí, es desafiante, pero no es nada que no pueda superar” y “esto es temporal”.
Otro consejo que Villegas ofrece es acercarse a un sistema de apoyo, ya sean seres queridos o recursos locales, como el Centro de Asesoramiento de UTRGV.
“Conéctense socialmente … aún si todavía están manteniéndose a salvo, usando otras alternativas, como conectarse por video o llamadas … puede ayudar con la transición”, ella dijo.
Finalmente, planifiquen con anticipación mientras surge información nueva.
“Estamos teniendo más y más información, mediante va saliendo, entonces … planifiquen con anticipación y prepárense para tal vez tener clases presenciales y en línea”, la terapeuta dijo.
Para contactar al Centro de Asesoramiento, mande un correo electrónico a counseling@utrgv.edu o visite su sitio web.
–Traducido por Paulina Longoria