UTRGV, la ciudad de Weslaco y la Corporación de Desarrollo Económico de Weslaco han firmado un acuerdo para re-
desarrollar un edificio que albergará el Centro de Innovación y Comercialización y una nueva incubadora de negocios de la universidad.
“Esperamos que este centro será un laboratorio para los estudiantes que quieran aprender algo sobre el emprendedurismo,” dijo Mark Kroll, decano de la Facultad de Negocios y Emprendedurismo. “El propósito de esto es ayudar a nuevos proyectos a desarrollar un modelo de negocios”.
Como parte del acuerdo, la ciudad de Weslaco proveerá un edificio ubicado en 257 S. Kansas Ave. que albergará el CIC, actualmente basado en las oficinas de la Asociación del Valle de Río Grande (Rio Grande Valley Partnership). La CDE de Weslaco proveerá $1.3 millones para la renovación del espacio de oficina, y la universidad será la encargada de las operaciones del día a día.
“Una vez que las instalaciones estén en marcha, queremos crear un esquema de mercadotecnia que va a atraer nuevos negocios que quieran invertir en la comunidad por esto”, dijo Joey Treviño, director ejecutivo de la CDE de Weslaco.
Adicionalmente, los tres asociados aplicarán para fondos de subvenciones en conjunto para cubrir los demás gastos,
según el memorándum de entendimiento entre las tres entidades.
La ubicación en Weslaco le proveerá una ventaja geográfica a este esfuerzo.
“Está en la mitad del Valle, así que es algo estratégico … está centralmente ubicado”, dijo Kroll. También mencionó
el espacio bien ubicado y la voluntad de la ciudad y la CDE para ayudar a re-desarrollar la propiedad.
“Yo creo que Weslaco tiene una comunidad de negocios muy dinámica”,dijo Treviño.
El CIC fue establecido en el 2012 por la institución legado de UTRGV, UT Brownsville, con la ayuda de una subvención federal de la Administración de Desarrollo Económico.
“Somos un recurso para estudiantes o profesores que quieran comercializar ideas o productos, pero también somos un recurso para compañías dentro de nuestra comunidad y región que quieran hacer lo mismo”, dijo Laurie Simmons, la gerente del Centro de Innovación y Comercialización. “Nuestra misión en el centro es desarrollar las habilidades emprendedoras de los estudiantes al igual que ayudar en el desarrollo económico del Valle”.
Los equipos de estudiantes y profesores trabajan basándose en las necesidades de una empresa en particular, Simmons dijo. Ellos ayudan a la compañía a desarrollar un modelo de negocio para poder ayudar a decidir si desean seguir adelante con la idea o el producto.
En el futuro, el CIC espera agregar nuevos servicios y capacidades.
“Lo que va a cambiar en el futuro es que estos equipos … también tendrán mentores”, Simmons dijo. “Será más
como un enfoque de tres vertientes”.Se espera que al trabajar con los equipos involucrando a académicos y mentores con habilidades y conocimiento en diferentes campos, los negocios que trabajen con el centro obtendrán experiencia profesional y del mundo real.
Estos equipos tendrán la habilidad de conducir análisis de mercado e industria, desarrollar perfiles corporativos competitivos, evaluar estrategias de mercado y crear modelos financieros para así elaborar modelos de negocio sustentables, dijo Simmons.
En adición a los recursos provistos por el CIC, el desarrollo de la Red Ángel del Valle del Río Grande, inversionistas que proveerán financiamiento para las compañías que trabajan con el centro,está en camino.
“Somos una organización de alrededor de 17 miembros, y esperamos tener 40 miembros para el final del año”, dijo Simmons.
Kroll dijo que los proyectos serán presentados a la comunidad inversionista participante y ellos tomarán la decisión
sobre si querrán o no financiarlos.
Pese a que los nombres de sus miembros no son publicados para respetar su privacidad, estos son profesionistas a lo largo del Valle de Rio Grande que son inversionistas acreditados con un valor neto mínimo de $1 millón, excluyendo a su hogar, o que tienen un ingreso anual de $250,000 individualmente o $300,000 como familia u hogar.
En años recientes, la efectividad de las miles de incubadoras ubicadas a lo largo del país ha sido puesta en duda. Yas Motoyama, director de investigación y política en la Fundación Kauffman, que se enfoca en educación y emprendedurismo, y su asistente de investigación Emily Fetsch, concluyeron después de revisar más de 35 artículos académicos que más investigación es necesaria para determinar si los negocios incubados superan a sus contrapartes no incubadas.
Al ser cuestionado sobre los hallazgos de la investigación, Treviño dijo que él piensa que la dinámica entre la CDE de Weslaco y UTRGV va a crear una mejor oportunidad de éxito ya que, basándose en su investigación, la mayoría de la
incubadoras no están asociadas con instituciones de educación superior.
“No tomaremos a quien sea”, dijo Simmons. “Estamos buscando a compañías que sean escalables, que puedan crecer y producir trabajos, y que tengan algún tipo de tecnología disruptiva”.
Cualquier estudiante, profesor, o negocio o emprendedor local interesado en trabajar con el CIC puede contactar a Simmons al correo laurie.simmons@utrgv.edu o puede llamar al 357-0167.