Ballet Nepantla comparte su recorrido de identidad y danza
Andrea Guajardo, la fundadora de Ballet Nepantla, le contó a la comunidad de UTRGV sobre su recorrido desde bailar en el Valle del Río Grande hasta la creación de su propia compañía en la ciudad de Nueva York.
Organizado por el Centro de Estudios Mexicoamericanos de UTRGV, el pánel de discusión “Pedagogía Sostenible Culturalmente a Través de un Movimiento Significativo” se llevó a cabo el lunes en el cuarto Borderlands del Education Complex en el campus de Edinburg.
Guajardo dijo que comenzó su trayectoria en el ballet y folklórico en Dancentre en Edinburg, su ciudad natal.
“Fui a la escuela donde […] como el 90% de nosotros éramos mexicoamericanos”, dijo Guajardo. “Yo era más alta y más blanca que todos a mi alrededor, y realmente no hablaba español. […] Siempre fui, ya saben, la güera, la bailarina de ballet. […] Me propuse salir del Valle a una edad bastante temprana, mudarme a la ciudad de Nueva York y ser bailarina profesional”.
A los 17 años, se mudó con una beca a Nueva York, donde obtuvo su licenciatura de Bellas Artes en danza en la Universidad de Fordham en el 2013.
Después de graduarse, Guajardo actuó con MOMIX, una compañía de danza con sede en Washington, D.C., hasta el 2017.
Guajardo dijo que durante los seis años que vivió en Nueva York, siempre le preguntaron sobre su identidad.
“Con el tiempo, desarrollé este tipo de responsabilidad de educar a estas personas”, dijo Guajardo. “Sabes, los mexicanos vienen en todas las formas, tamaños y colores diferentes. Hay mexicanos judíos. Hay mexicanos pelirrojos, mexicanos rubios, mexicanos de ojos azules. Hay mexicanos negros”.
Raquel Pérez, directora de programa del Centro de Estudios Mexicoamericanos, dijo que una gran área de la pedagogía sostenible culturalmente es comprender quiénes somos.
“Encontré la plática muy interesante porque había muchas áreas con las que podía identificarme, como una mexicoamericana que vive aquí en las fronteras”, dijo Pérez al pánel. “Sientes que no eres ni de aquí, ni de allá, ¿verdad? Tuve la oportunidad de ir a México todos los viernes y sábados y hablar con mis abuelitos y hablo español y estoy agradecida por eso. Pero ahora, con el paso de las generaciones, me he dado cuenta de que algunos de mis sobrinos y sobrinas no pueden tener eso”.
La pasión de Guajardo la inspiró a fundar Ballet Nepantla en enero del 2017 y ahora se desempeña como bailarina, coreógrafa y directora artística.
“Fundar Ballet Nepantla fue la primera vez que pude tender un puente entre mis identidades como bailarina de ballet y una mexicoamericana, y fue a través de la danza”, dijo. “Y por primera vez, creo que lo que soy tiene sentido para mí”.
Guajardo dijo que Ballet Nepantla es una forma de conectarse con sus raíces mexicoamericanas y compartirlas con los demás.
“Al final del día, el arte es expresión e identidad, y todo comienza en algún lugar”, dijo. “Entonces, lo que estamos haciendo en Ballet Nepantla es fusionar todas nuestras identidades y expresiones culturales para crear algo muy nuevo y algo que la gente nunca ha visto”.
Martín Rodríguez, cofundador y coreógrafo residente de Ballet Nepantla, comenzó su trayectoria en la danza a los 9 años cuando se unió a la Academia de Danza Imagen en Guadalajara, Jalisco, México.
A los 15 años, Rodríguez emigró con su familia a Los Ángeles, donde buscó una comunidad de danza para sentirse cerca de su identidad.
“Quería sentir que pertenecía a algún lugar porque […] [estaba en] un nuevo país, un nuevo idioma; todo era nuevo”, dijo. “Y siento que es parte de nosotros en general, como humanos, buscar esa comunidad”.
En el 2016, se mudó a Nueva York, donde Guajardo le contó su idea de abrir Ballet Nepantla. Ahora, él dirige y coreografía para la compañía.
“Sentí que teníamos que seguir impulsando y mostrando quiénes somos […] [haciendo] que la gente se conecte o reconecte con sus orígenes”, dijo Rodríguez.
Dijo que Ballet Nepantla quiere captar la atención de la gente ayudándola a comprender historias culturales y tradiciones que quizás no conozcan.
“Creo que Ballet Nepantla es una compañía que siempre intenta impulsar el trasfondo cultural [y] nuestra identidad”, dijo Rodríguez. “Siento que esa es una gran parte del trabajo […] hacer que la gente sepa que puede explorar sus propios caminos con sus propias experiencias y seguir creciendo como comunidad”.
Argelia Arreola, bailarina y coreógrafa de Ballet Nepantla, dijo que sintió nostalgia después de haberse mudado de México a Nueva York.
“Nunca hice folklórico en México hasta que me mudé a Nueva York”, dijo Arreola. “Realmente quería saber más sobre mi cultura y sabía algunas cosas, pero no sabía mucho. Entonces, cuando me mudé a Nueva York, comencé a investigar con personas de la comunidad”.
Dijo que sus historias los ayudan a compartir sus raíces.
“Venimos de tres experiencias completamente diferentes”, Arreola dijo. “Tanto yo que vengo de México y estoy en un país ajeno, o como el de Andrea que era encontrar su raíz mexicana y Martín igual que siempre ha tenido esa conexión con México”.
Joy Esquierdo, vicerrectora de la Oficina de Integración Bilingüe, agradeció a los oradores por compartir sus historias.
“Lo que comparten es tan profundo y tan importante para que nuestros estudiantes lo entiendan”, dijo Esquierdo. “[…] Ese viaje es tan hermoso y se necesita valentía para atravesarlo y compartirlo con otros y luego usarlo en su carrera, infundirlo en la coalición con el objetivo de ayudar a otros a explorar también su viaje y explorar sus identidades”.