A veces es difícil comprender porque para poder salir adelante tenemos que dejar nuestra vida por detrás para comenzar desde cero.
“Lo hago por ellos en un futuro”. Esas fueron las palabras de la estudiante internacional de primer año Rebeca Santos.
Santos, estudiante de primer año de diseño gráfico, comenzó su primer semestre en las instalaciones de UTRGV. Santos emigró de Cuernavaca, Morelos, México, a los Estados Unidos con el propósito de tener una mejor educación.
“Me siento nerviosa porque es un nuevo semestre en un nuevo lugar pero con muchas ganas de iniciar”, dijo. “Yo ya quería volver a la escuela presencial y ver a gente. Creo que me va a ayudar mucho saber que tengo clases presenciales y saber que estoy ahí y no estoy sola en mi dormitorio”.
Santos dijo que el ser más tímida y la dificultad de interactuar con otras personas fueron unas de las consecuencias que las clases virtuales le dejaron.
Maria Alejandra Mazariegos, terapeuta clínica en las instalaciones de UTRGV, habló sobre cómo la pandemia afectó a todo el mundo. Ya sea emocional o mentalmente, todos han sentido algún tipo de ansiedad o estrés durante el año y medio que llevamos de pandemia, dijo Mazariegos.
“Hay muchos choques culturales, a pesar de que en esta región la cultura mexicana está como muy arraigada”, Santos dijo. “Hay muchas diferencias a las cuales me estoy acostumbrando y estoy aprendiendo y todavía me falta muchísimo por aprender. Entonces siento que el mudarme a un nuevo país me va a afectar pero no de manera negativa”.
“El emigrar a otro país en busca de una mejor vida es comenzar básicamente desde cero, en un ambiente diferente con personas diferentes y un lenguaje diferente”, dijo Mazariegos. “Ahí es cuando llega la ansiedad, el sentir que el mundo está en contra de ti. Muchas veces las personas juzgan sin comprender el porqué las personas hacen lo que hacen”.
Santos describió cómo se siente al estar fuera de su país de origen.
“Estar muy lejos de mi familia y que ahora yo tenga que hacerme cargo de todo lo que me pase, entonces yo creo que eso sería en lo que más me afectaría”, dijo Santos.
Durante la pandemia aprendimos que el distanciarnos por cuidar nuestra salud y la salud de las personas que nos rodean nos hizo darnos cuenta de lo necesario que es sentir que alguien está ahí para nosotros, pero para Solis el distanciarse de sus padres no solo será por cuidar de su salud si no para cumplir sus metas y deseos.
Cuando se le preguntó a la terapeuta Mazariegos sobre cómo el emigrar de un país en busca de una mejor educación puede afectar la salud de los estudiantes, ella comprendió el dolor de dejar un trozo de su vida atrás.
“Esa pregunta me llega al centro del corazón”, dijo. “Personalmente se muy bien la historia de un estudiante que deja su país, deja toda familia para venir a tener una mejor educación y como le puede afectar en general. Imagínate que te saquen de tu mundo de tu habitad eso te va a afectar, vas a extrañar a muchas personas, a nuestra cultura, nuestra gente, nuestra comida, nuestra vida, de una forma es reinventarnos pero conservando nuestras raíces”.
Mazariegos dijo que hay personas que eso se les acomoda bien porque se acoplan a una nueva cultura con un estilo de vida diferente y adaptan más cosas sin dejar ir su centro y sus raíces, pero a otros no.
“Hay personas que no, que no logran acoplarse y usualmente esas son las personas que cuando son estudiantes internacionales si los vemos en nuestro centro para trabajar temas como el ajustarse a este nuevo estudio de vida, nuevas amistades a estudiar esta materia de esta forma”, dijo. “Entonces queda claro que tiene que ver con cambios, cuando hay cambios positivos o negativos uno puede esperar que algún desbalance de nuestra salud mental pueda suceder”.
El tener que acoplarse a un nuevo estilo de vida puede ser difícil para muchas personas. Pueden llegar a un punto en el que se sienten culpables, culpables por dejar a sus padres, familia y amigos atrás. Comienzan a ver fotos en las redes sociales de sus amigos y familiares celebrando cumpleaños o festividades sin ellos.
Mazariegos recomienda a los estudiantes no dejar a un lado sus sentimientos y emociones.
“Muchas veces solemos decir que solamente nos sentimos estresados por las clases y que terminando el semestre el estrés se irá, pero la universidad está compuesta por muchos semestres”.
Lo que ella más recomienda es que los estudiantes no dejen sus sentimientos guardados. Es mejor hablar y soltar todo lo que los tiene atados sin poder vivir en paz.
Cuando se le preguntó a Santos las razones por las cuales ella había tomado la decisión de emigrar a los Estados Unidos en busca de una mejor educación, ella no pensó ni un segundo y contestó que por la violencia en su país.
“Me pareció algo muy bueno el salir de mi país a venir a estudiar acá y pues además por la situación que se vive en México pues ya no podemos vivir en paz, nos roban nuestra juventud al siempre estar preocupados por la elincuencia”, dijo. “Esa fue una de las razones principales por las cuales decidí venir aquí a estudiar saber qué pues por lo menos iba a estar en un ambiente más seguro y que iba a poder disfrutar tranquilamente de mi experiencia de la universidad”.
Los planes de Santos a futuro son quedarse en Estados Unidos y conseguir un buen trabajo para ayudar a sus padres en sus gastos personales.
El emigrar a otro país no es nada fácil, así que Mazariegos recomienda a los estudiantes internacionales tener varias técnicas de afrontamiento.
“Tener un grupo de apoyo ya sea aquí o en tu país o donde sea pero tener ese punto de apoyo porque si no podemos dejar de ser uno mismo, el decir que antes me levantaba con gusto con sonrisas y ahora me cuesta levantarme o empiezo a notar que como diferente, tal vez ya no como o como mucho o tal vez duermo muy tarde o ya no duermo”, dijo. “Ese tipo de cositas es importante que todo el mundo tenga el ojo abierto y ver si tienen algún cambio drástico en esas cosas.”
UTRGV cuenta con un Centro de Asesoramiento que brinda recursos a los estudiantes para abordar inquietudes de salud mental y buscar promover el crecimiento personal. Estos recursos son 100% gratuitos para los estudiantes.
“Tenemos un recurso que no muchas universidades lo tienen”, dijo Mazariegos. “Es una línea de crisis que está disponible 24 horas al día, siete días a la semana navidades o lo que sea. Todo el tiempo está disponible. Se llama Vaqueros Crisis Line y tiene un nombre muy dramático pero no tienes que estar en crisis para llamarlo. En cualquier momento que no te sientas bien, puedes llamar. Es 100% gratis y en menos de tres minutos puedes hablar con un terapeuta por teléfono”.
Estudiantes pueden llamar al Vaquero Crisis Line a 665-5555. Para más información sobre los servicios del Centro de Asesoramiento, visite su sitio web.