El programa para migrantes de UTRGV recibe fondos adicionales
El Programa Migrante de Asistencia Universitaria (CAMP por sus siglas en inglés) en UTRGV Brownsville ha recibido $2.3 millones en fondos para continuar sirviendo a estudiantes migrantes por cinco años más.
Cada cinco años, los programas CAMP en todo el país deben volver a presentar una solicitud para recibir un reembolso. CAMP Brownsville presentó su solicitud a la Oficina de Educación para Migrantes del Departamento de Educación de EE.UU. y el 23 de mayo se le notificó que había sido aprobada, según Noel Rodriguez, director de CAMP Brownsville.
CAMP es un programa que sirve y recluta trabajadores agrícolas temporales migrantes que son estudiantes de primer año, brindándoles asistencia académica y financiera.
El programa brinda una variedad de apoyo a estos estudiantes de primer año, que incluye tutoría, mentores, dinero para libros de texto, estipendios e incluso una beca de dormitorio para que los estudiantes vivan en el campus.
Trabajando con las escuelas secundarias locales y los consejeros para tratar de reclutar a la cohorte completa de 45 estudiantes, el programa tiene 35 estudiantes inscritos, hasta el momento, para el próximo semestre de otoño.
El objetivo de CAMP es brindar acceso a capacitación y asistencia para hacer la transición de secundaria a la universidad, mientras se completa el primer año de clases, según Rodriguez. La mayoría de los estudiantes son participantes universitarios de primera generación que quizás no sepan cómo o por dónde empezar con su educación superior. CAMP ayuda con este proceso.
“Es bueno tener un programa y personas que estén dispuestas a ofrecer consejos y orientación sobre qué trampas evitar y otras cosas”, dijo David Ramirez III, especialista en instrucción de aprendizaje de CAMP y ex alumno de CAMP.
Una vez que los estudiantes hayan completado su primer año, CAMP los ayuda a inscribirse en su segundo año de universidad para ayudar a retenerlos en la educación superior.
“Estoy muy feliz de que nos financiaron por otros cinco años”, dijo Rodriguez. “Nuestro laboratorio es un hogar lejos del hogar de nuestros estudiantes”.
“Tenemos la misma misión que UTRGV queremos reclutar estudiantes, aumentar la inscripción y ayudar a los estudiantes a tener un primer año exitoso y luego regresar el próximo año”.
Además de brindarles a los estudiantes el aspecto financiero de los estudios, el programa da estabilidad, dijo Ramirez. Viniendo de un entorno migrante, es algo a lo que no están acostumbrados, teniendo que mudarse de un estado a otro cada temporada.
“Establecerse no es algo que creas posible viviendo esa vida de migrante”, dijo. “Es por eso que comprometerse con algo como la educación superior parece muy difícil porque requiere un compromiso de cuatro años para ser estable”.
La subvención contribuirá al objetivo del programa de ayudar a los estudiantes con la planificación universitaria y profesional, además de proporcionar recursos esenciales, como apoyo social y emocional a través de la tutoría.
The Rider preguntó sobre la experiencia de Ramirez como migrante.
“La mayor parte de la experiencia, tendría que describirla como inestable e inconsistente, en varias áreas de la vida, no solo en el trabajo académico”, dijo. “… También afecta tu vida social y tus habilidades para la vida. Es difícil desarrollarlos cuando no tienes tiempo para desarrollarlos”.
Ramirez dijo que los trabajadores migrantes tienen un conjunto único de necesidades con las que este programa y su personal están familiarizados. Debido a que gran parte del departamento tiene antecedentes de inmigrantes, entienden las dificultades que un estudiante puede enfrentar.
–Traducido por Fatima Gamez Lopez